viernes, 22 de agosto de 2014

Astrología eleccional. Por Alba de Hermes.






Astrologia eleccional:




Las empresas, las ideas y en general todo tipo de acciones tienen un momento y un lugar de nacimiento, por ello son suceptibles de que su desarrollo y la duracion de su vida sea estudiada astrologicamente. Astrologicamente se puede aconsejar sobre el momento idoneo para firmar un contrato, empezar una construccion o realizar la inauguracion de un negocio. A esto es a lo que llamamos Astrologia Eleccional, pues elegimos un momento determinado entre los que sean posibles, por que juzgamos que es mas idoneo. Hay que insistir en que la Astrologia ayuda a elegir el momento mas propicio entre los posibles, y no el momento mas propicio de forma absoluta. Por ejemplo, una plantacion agricola con la luna menguante en Piscis, que puede resultar favorable en primavera, puede resultar desfavorable en invierno. No obstante si elegimos la estacion adecuada por sus condiciones fisicas, y podemos elegir entre la posicion astral anterior y otra, por ejemplo la luna creciente en Aries, la primera sera una posicion mas favorable que la segunda y esa decision nos recompensara con un mejor resultado.

Ejemplo de Astrologia Horaria: Analicemos con detalle una de las preguntas tipicas de la Casa VII, respecto del matrimonio o de las relaciones con un amante de sexo diferente (este ejemplo no serviria para el estudio de las relaciones homosexuales pues tienen un tratamiento astrologico algo diferente, dependiendo del sexo de la pareja):

1.- Lo primero que tenemos que ver es lo indicado en la carta sobre la suerte que tendremos con el sexo opuesto en general, esto se ve en la carta de un hombre por el numero y la fuerza de los aspectos del Sol, y en la carta de una mujer por el numero y fuerza de los aspectos de la Luna. Tambien debemos tener en cuenta la Naturaleza Esencial y el Estado Cosmico de los planetas que aspectan a esas luminarias..
2.- A continuacion veremos la suerte que tenemos en forma general sobre los asuntos relacionados con el matrimonio, los niños, el amor y en general todo lo relacionado con los sentimientos: esto lo veremos por el numero y fuerza de los aspectos de venus.
3.- En tercer lugar habra que ver la suerte que en general se nos presenta con los socios, tanto socios domesticos como de negocios: esto se ve segun la naturaleza y el Estado Cosmico del significador de la Casa VII: por ejemplo, si hay un benefico en la VII, o no hay planetas y el significador es un benefico o no esta muy afligido, se indicara suerte en asuntos con socios o amantes, aunque no necesariamente en producir un resultado matrimonial.

De acuerdo con las indicaciones de C.C.Zain y otros , debemos considerar los tres factores anteriores de forma conjunta y sopesar uno y otro de ellos. Si la mayoria de las indicaciones son favorables podemos concluir que la suerte de la persona que ha consultado sera buena en relacion con su matrimonio o su amante.
Ahora veamos con mas detalle el movimiento del Sol y La Luna (las luminarias). En una Carta donde, con indicios favorables, el primer Aspecto favorable que forme el Transito del Sol si se trata de un hombre o la Luna si es una mujer, indicara la primera oportunidad para el matrimonio o para establecer una relacion estable con una pareja. Aspectos como el Semisextil, Inconjunto, Semicuadratura o Sexquicuadratura indican momentos favorables para que surjan ideas de matrimonio o relacion estable, pero si no aparecen otros Aspectos favorables mas fuertes, no se formara el impulso suficiente para entrar en accion. Si en el Transito, para que aparezca el Aspecto favorable, la luminaria se sale de su signo, este juicio seria muy inconcreto y poco fiable, pues estan apareciendo nuevas condiciones en el plano astral que hacen dudoso el pronostico basado en las condiciones primeras.

En general, el planeta que ocupa la Casa VII y el regente de la cuspide de dicha Casa, indicaran de acuerdo a su naturaleza esencial y estado cosmico, la clase de persona que se atraera con mas facilidad, asi como la mayor o menor facilidad para el exito. Pero con independencia de esta norma general, debemos tener en cuenta que:
a) el planeta que aspecte en el transito de la luminaria describira mas especificamente a esa persona.
b) La Casa que ocupe el regente de la VII describira las circunstancias y las condiciones que se encontrara en su futuro matrimonio:por ejemplo si el regente de la VII esta en la I, el futuro compañero del consultante llegara por algun motivo de indole personal. Si estuviera en la II, el motivo sera economico,; si en la X, el motivo sera profesional, etc.




 http://albadehermes.blogspot.com.es/2006/12/astrologia-horaria.html







jueves, 21 de agosto de 2014

Alfabetización astrológica . Por Eduardo Castellanos.





Eduardo Castellanos




Os dejo el primero de una serie de vídeos de Eduardo Castellanos,  sobre Alfabetización astrológica.

Es un curso básico de Astrología.



http://youtu.be/AgcaxpNchJw





miércoles, 20 de agosto de 2014

Direcciones primarias directas y conversas con el programa Morinus. Por Elkin Alvarez.









Os dejo un tutorial para descargar el programa Morinus  y donde se explica como se realizan las direcciones primarias directas y conversas , con él.

Por el astrólogo Elkin Alvarez.











Direcciones de tiempo ascensional. Por Rafael Gil Brand.










Direcciones de tiempo ascensional


Desde que empecé a estudiar astrología en el 1981, ando peleándome con las direcciones primarias. Fiel a la tradición, siempre he querido pensar que son un instrumento predictivo imprescendible. Porque desde tiempos de Ptolomeo, y no digamos desde Plácido y Morin, las direcciones primarias – al menos las zodiacales – tal y como las describió el autor del Tetrabiblos han formado parte inamovible del canon de técnicas predictivas. Y – fiel a la tradición – no he cejado en atormentar a mis alumnos con semiarcos diurnos, distancias meridianas y fórmulas trigonométricas.



 De paso se aprende astronoPtolemaiosmía de posición y cálculo. Es un consuelo. Pero nunca acababa de estar satisfecho con las direcciones primarias en base a arcos proporcionales. No acababa de sentirme seguro en la predicción. Demasiado a menudo no coincidían bien los hechos con las promesas de la dirección. Únicamente el ascendente dirigido me resultaba, desde siempre, un factor predictivo fiable.
Y es que Ptolomeo siempre hacía de las suyas. Mira que hasta su santificación en la Europa medieval sus términos no los tenía en cuenta nadie, ni tampoco su manera de  calcular la rueda de la fortuna, ni los regentes de la triplicidad de agua, ni siquiera el zodiaco tropical (si es que Ptolomeo consideró un zodiaco tropical, pero eso es otro tema). Eso sí, su modo de calcular direcciones hizo escuela.
Cuando leí por primera vez a Vettius Valens me pasó desapercibido, o no le dí más importancia al hecho de que hacía la dirección del afeta según las ascensiones del lugar natal, es decir como si el planeta estuviera en el ascendente. Después de leer la “Astrología Hermética” de Eduardo Gramaglia y la descripción que hace de las direcciones según Valens, ya me quedé con la copla. Pero tuvo que pasar bastante tiempo hasta que me planteara la cuestión seriamente: ¿será que las direcciones primarias funcionan mejor usando los tiempos de ascención del lugar?
Pues sí. Un sí rotundo. Las direcciones – no solo las del afeta – funcionan de maravilla, tal y como enseñaban los antiguos. Pero no las de Ptolomeo, no las primarias zodiacales en base a arcos proporcionales. Funcionan las direcciones – o circunvalaciones – con los tiempos ascensionales de la latitud natal. Es como si el cuerpo astral memorizara el arco ascensional que hay entre cada significador y cada promisor, y tradujera el arco – un grado por año – en tiempo de vida.
Ya va siendo hora de que los programas profesionales de astrología incluyan esta forma ancestral de dirigir los planetas, como una opción estándar. A ver si en los próximos días os presento unos ejemplos prácticos…



 http://www.astrologia-tradicional.net/







martes, 19 de agosto de 2014

La Astrología medieval y su impronta en la ciencia occidental. Por José Antonio Gómez Di Vincenzo.









La astrología medieval y su impronta en la ciencia occidental


Por José Antonio Gómez Di Vincenzo
La astrología ha sido duramente vapuleada por la crítica meta científica contemporánea, esa que desde hace décadas, ha emprendido una cruzada contra ella, contra el psicoanálisis y contra el marxismo. Con la férrea razón en sus manos, los críticos han sostenido que la astrología se encuentra más ligada a lo irracional, a las supersticiones, a lo primitivo, a la charlatanería que impregnada por aquellos elementos que según ellos caracterizan a la ciencia: su objetividad, método, criterios de validación de las teorías y demás factores duros que dan cuenta del alto estatus de las disciplinas occidentales. Sostener que haya existido una influencia de la astrología sobre las disciplinas científicas mientras ellas iban encontrando los causes de sus respectivos desarrollos implica, a priori, una toma de posición epistemológica que corre el eje de la discusión sobre el estatus de las disciplinas de un enfoque prescriptivo a uno descriptivo tomando en cuenta el contexto social, político y económico en el cual se dan los desarrollos teóricos y las influencias que dichos adelantos pueden recibir en términos de presupuestos metafísicos, metáforas, analogías, folclore y cultura en general. Una vez más, hereje hay que ser para comprender la herejía.
Que la poca valoración que hoy tiene la astrología no nuble nuestra mirada acerca de su influencia e importancia histórica en el pensamiento y la cultura de los pueblos sería la consigna. Y como sostiene el brillante historiador de la ciencia David Lindberg “debemos perdonar a los estudiosos medievales por ser medievales y dejar de castigarlos por no ser modernos”.[1] En otras palabras, no juzguemos a los pensadores medievales por ser medievales, tratemos de comprender sus presupuestos y en una de esas entenderemos mejor el sentido de sus desarrollos y sus aportes. La astrología medieval se elaboraba en una cocina plagada de recetas e ingredientes medievales: una cosmovisión, criterios de racionalidad específicos y criterios de validación, también particulares.
Lindberg sostiene que hay dos formas de considerar la astrología:
A) Como un conjunto de influencias físicas astrales.
B) Como el arte de la predicción por medio de horóscopos.
La primera, más vinculada a los aspectos metafísicos y cosmológicos, rara vez era cuestionada en el Medioevo; mientras la segunda, era más proclive a ser discutida desde diversos espacios: reclamo por evidencia empírica, objeciones filosóficas y teológicas.
Desde tiempos antiguos se creía que los cielos y la tierra estaban conectados de algún modo, que lo que ocurría en las esferas celestes determinaba lo que sucedía en la región terrestre. Las estaciones se vinculaban con el tránsito del Sol por la elíptica, las mareas con la posición de la Luna. El calor proveniente del Sol y su luz inundando la tierra y todo lo viviente fortalecían la imagen de una conexión astral. El descubrimiento de la brújula en China y su posterior difusión en occidente hacia fines del siglo XII, potenció la idea de que del mismo modo que los polos terrestres influían magnéticamente sobre los minerales, todos los astros podían intervenir sobre lo inanimado y lo animado.
A este tipo de cuestiones, más bien empíricas, debemos agregar todo un conjunto de creencias ligadas con las religiones antiguas, el folclore y la tradición. En otro artículo[2] hemos visto que los viejos estoicos creían en la influencia de una fuerza que mantenía cohesionado el cosmos, el pneuma. La idea de una divinidad en los cielos que influía en el ámbito terrestre, de que los sucesos estelares y planetarios eran signos (hacen bien Lindberg y otros historiadores en remarcar que lo eran más que causas) y anticipaban eventos en terrestres se había extendido antes que en Grecia, en la Mesopotamia. Fue entonces cuando comenzó a pensarse que el conocimiento de la posición de los astros en el momento del nacimiento de una persona podía ayudar a anticipar las características de su personalidad y detalles de su vida. Lo astral y lo psíquico quedaban así ligados, unidos por una fuerza cósmica. Y la lectura y comprensión de los presagios demandaba, entonces, el estudio refinado de los astros y sus movimientos.
En la antigua Grecia, Platón y Aristóteles hicieron interesantes aportes a la cuestión. Platón sostuvo, en el Timeo, que el Demiurgo delegaba en los dioses planetarios la labor de hacer nacer las cosas en el mundo sublunar. Platón sostuvo, al igual que posteriormente lo hicieran los estoicos, la continuidad o analogía entre el macrocosmos y el microcosmos.  El estagirita, por su parte, mantuvo la idea de que el motor inmóvil era el causante del cambio y el movimiento en el sector sublunar del cosmos. El tránsito de las estaciones, la generación y la corrupción terrestres eran producto del movimiento solar. Los ya nombrados estoicos sostuvieron una visión del cosmos activo y orgánico y como se ha dicho líneas arriba, también cohesionado y caracterizado por la unidad y la continuidad.
Resulta claro que, en la antigüedad, hubiese sido excepcional encontrar algún pensador que rechazara la idea de que existe una conexión entre los astros y los sucesos terrestres. Ptolomeo, por ejemplo, reconocido como un gran astrónomo antiguo en nuestras universidades contemporáneas mas no como astrólogo, aseguraba en su Tetrabiblos, la existencia de fuerzas celestes y defendía la validez de los pronósticos astrológicos.
Como quiera que sea, la resistencia hacia la astrología no es un fenómeno moderno. Nada más alejado de la realidad. Quienes más la atacaron fueron los denominados padres de la Iglesia Católica para quienes era totalmente inaceptable la idea de determinismo y la atribución de divinidad (al estilo platónico, por ejemplo) a las estrellas y planetas. Así los debates entre intelectuales de la edad media temprana matizaban diversas posiciones. Estas iban desde una influencia determinante hasta una indeterminación total, pasando por cierto condicionamiento en algún punto de la vida para luego, dar lugar al libre albedrío más adelante.
Hay que aclarar que ningún intelectual, por entonces, centraba su crítica en la influencia cósmica. Esta era comúnmente aceptada. Lo que se debatía era el fatalismo y el determinismo de los astros por sobre la naturaleza, en particular, por sobre la naturaleza humana. Agustín (354 – 430), por ejemplo, defendía la libertad de la voluntad por sobre el determinismo, rescatando el tema de la responsabilidad humana en las acciones. Si hubiera un determinismo férreo y un fatalismo absoluto, junto a la ausencia de libertad, voluntad y responsabilidad por parte de los seres humanos, no cabría lugar para que el pecado sea castigo. Pero Agustín no iba tan lejos. Aseguraba que podía existir cierta influencia cósmica sobre el cuerpo de los hombres. Pero esta fuerza física influía sólo sobre el cuerpo y no sobre la mente.
A pesar de las condenas propias de la literatura medieval temprana, la astrología logro hacerse camino en las cortes, gracias al cada vez más extendido convencimiento de la influencia estelar y planetaria sobre cosas físicas como la salud, la enfermedad, las tormentas o sobre el temperamento, y la posibilidad de realizar pronósticos a partir del estudio de las posiciones de los astros.
Hacia el siglo XII, gracias a la influencia del astrólogo árabe Albumasar y su Introducción a la ciencia de la astrología, la ciencia de los astros logró un fundamento filosófico apropiado al integrarse sus saberes con la filosofía aristotélica. La adopción de la metafísica del estagirita, junto con la afirmación de que los cuerpos celestes son los causantes de la generación y corrupción terrestre, reforzaron los saberes astrológicos dándoles estatus en diversos espacios del saber.
Por supuesto, los teólogos continuaron obsesionados con el tema de la determinación. Pero ocurrió con la astrología algo similar a lo acontecido con todo el corpus aristotélico. Los pensadores se esforzaron por analizar los conocimientos astrológicos con el objeto de ajustarlos a las prescripciones dogmáticas y tomando aquello que les era de provecho. Así, a pesar de las penalidades (la cuestión del determinismo, por ejemplo, fue objeto de sanción en la famosa condena de Étienne Tempier de 1277) y a pesar de que los practicantes de la astrología eran acusados de charlatanes, hasta los críticos aceptaban ciertas influencias de los astros. Es el caso de Oresme, un ácido censor de la astrología, que aún así, creía en la influencia de los astros en la aparición de plagas, mortandades hambruna, inundaciones, grandes guerras, la aparición de profetas y catástrofes de diverso tenor.
La astrología, en definitiva, se desarrollaría hasta el siglo XII y tal vez, un tiempo más en occidente, perdiendo impulso con el advenimiento de la modernidad. No obstante, fue por la obsesión a la hora de medir la posición exacta en la banda del zodíaco que los astros tendrían en un determinado período del año para la realización de pronósticos y predicciones que la astrología ayudó a la confección de tablas astrales cada vez más exactas, demandando a su vez de un refinamiento en las tecnologías de medición y un desarrollo en las matemáticas aplicadas.



[1] Para ampliar sobre este y otros interesantes aportes medievales y antiguos al desarrollo de la ciencia, el lector puede consultar del mismo autor Los inicios de la ciencia occidental. Hay una muy buena traducción de editorial Paidos. Este artículo toma principalmente los aportes del libro de Lindberg  junto a otras fuentes menos destacadas.
[2] Los estoicos y su loco mundo material: del pneuma a la fuerza. http://contraelmetodo.blogspot.com.ar/2012/09/los-estoicos-y-su-loco-mundo-material.html
 
 
 
 
 
 
 
 

lunes, 18 de agosto de 2014

Las Horas planetarias. Por Dr Spicasc.










 
DR. SPICASC

Un tema del que se ha conversado mucho son las horas planetarias. En el pasado, hace ya muchos años, hice mis observaciones con las que figuran en libros de la línea de Piobb o Papus y no llegué a ningún resultado positivo. Sin embargo, luego de ello, conocí en Buenos Aires a un personaje singular: Don Carmelo Silva, ya fallecido, esoterista (línea ocultista), mago, fabricante de talismanes, astrólogo (línea hindú) era sin duda alguien muy peculiar. Incontables fueron las charlas que tuve con él. En una de ellas me entregó unas horas planetarias (que jamás supe de donde las obtuvo) que funcionan. Para explicar como son necesitamos el siguiente diagrama: 
 
 


 
Según este esquema de horas el día comienza en la puesta del Sol del día anterior. Esto es común entre los pueblos árabes. Así las dos primeras horas normales y corrientes de tiempo a partir de la puesta del Sol el domingo corresponden ya al día lunes y a la hora de Luna. Las dos horas siguientes corresponden a Mercurio, y así siguiendo hasta la puesta del Sol el lunes. Ahí comienza el martes con la hora de Mercurio en el instante de la puesta de Sol el lunes. No se confundan!: la primera fila de la tablita no son horas sino simplemente el nombre del día y el astro que le corresponde a ese día. Con estas horas he observado muchas cosas impresionantes pero no quiero influenciar ni impresionar a nadie: lo mejor es que cada uno haga sus propias observaciones y luego nos haga conocer sus observaciones: las publicaremos para beneficio de todos.
Una observación obvia: en rigor no son dos horas exactas pues según la época del año el día se va alargando o acortando. Pero la diferencia de un día a otro es muy pequeña para ser de importancia práctica. Conviene sin embargo actualizar la hora de puesta de Sol por lo menos una vez por semana.


USO PRACTICO

DE LAS HORAS PLANETARIAS


De acuerdo a la tradición las actividades

diarias deben ser encaradas reservando para

cada una de ellas el momento más propicio.

Desde luego, si lo que debemos

realizar reviste máxima importancia no

podremos conformarnos en modo alguno con

elegir adecuadamente la hora planetaria para

su realización.

El astrólogo responsable y criterioso deberá

valerse de temas electivas, tras analizar

cuidadosamente las revoluciones y direcciones

para la fecha que corresponda a la acción a

emprender. Los tránsitos, lunaciones y eclipses

pueden ser analizados pero son, en realidad, de

mucho menor importancia y solo los charlatanes

insisten en ellos pues no conocen otra cosa.

Pero, para actividades cotidianas sin

demasiada

trascendencia, pueden ser estas horas un

auxiliar valioso. También diré que detrás de

actividades de carácter espiritual pero esto

deberá ser descubierto por quien esté

calificado para ello.

Presentamos a continuación un cuadro que

hace al uso práctico de las horas planetarias.
 
 






 
 
 
 
 

domingo, 17 de agosto de 2014

División de casas, Fuerza Planetaria y Cúspides en la Astrología Helenística. Por Robert Schmidt.










División de Casas, Fuerza Planetaria y Cúspides en la Astrología Helenística
por Robert Schmidt

-- traducción: Alhena Casanova --




En el siguiente análisis de la división de casas dentro de la Astrología Helenística, haremos una nueva distinción para la cual aun no existe una terminología precisa. A veces nos estaremos refiriendo a la división en 12 sectores hecha con el propósito de mejor identificar la fuerza planetaria, a lo cual llamaremos una división "dinámica". En otros casos nos interesara una división en 12 sectores con el fin de establecer regiones asociadas con casas en el sentido moderno de áreas de la vida, a lo cual denominaremos una división "tópica". Este ultimo termino es muy apropiado ya que deriva del griego topos que significa simplemente lugar (es decir, un lugar relativo a la ubicación del ascendente). Sin embargo, esta palabra griega también ha adquirido el significado de un "tópico" o tema en el sentido moderno, un ejemplo puede ser el de Ptolomeo quien frecuentemente llama "tópicos" a los capítulos del Tetrabiblos que tratan temas específicos tales como los padres, la forma del cuerpo, etc.
 

La Tradición Temprana en la División de Casas

Uno de los primeros usos de la división zodiacal para señalar zonas especiales o áreas de la vida, se halla en un trabajo que antecede al texto raíz de Nechepso/Petosiris. Es conocido como Salmeschoiniaka y trata acerca de los decanatos. Solo quedan fragmentos de este trabajo, pero felizmente una parte citada por Hephaistio emplea los decanos como lugares poseedores de gobernancia acerca de temas especiales.
"Se deben examinar también los decanos ya que el primero a partir del Horoskopos trata sobre el nacimiento, el 28avo. a partir del Horoskopos, que culmina a edad temprana, trata sobre la subsistencia, el. 25avo, que culmina a mediodía, trata sobre la enfermedad, el 9no., que se eleva tarde en el este, trata sobre las heridas (agresiones), el 17avo. que se eleva en el oeste, se refiere al matrimonio y la esposa, el 8º., la puerta de Hades, se refiere a los niños, y aquel que coincide con el [eje] subterráneo trata sobre la muerte" (II 18).
Ya que los decanos son vistos como relativos a las divisiones de los signos, se les podría considerar como un sistema de casas a modo decanal. Posiblemente sea contemporáneo con este, el dodekatropos (dodecamoviles o "12-giratorios") atribuido a Hermes. Este es mencionado en el epitome de Trasyllus y en el Rhetorius, también parece estar implícito (si bien no se menciona a Hermes) en dos citas en Valens y en la discusión de Maternus en el Libro III, capítulos 2-7. En todos estos casos los doce lugares (o casas, para emplear un termino actual algo confuso) coinciden inequívocamente con los signos. En ninguna parte hemos hallado entre los primeros escritores un sistema de casas iguales a partir del grado Ascendente o algún sistema de casas mundanas (como por ejemplo las basadas en la división del cuadrante mundano). Muchos de ellos, por ej. Dorotheus, ni siquiera trata la cuestión. Simplemente hablan acerca del Horoskopos y el Mediocielo y lugares relativos a estos. Al faltar un tratamiento especifico del tema, nos da la indicación de que la división en casas era una convención que se tenia por valida y ni siquiera debía ser justificada. En cuyo caso, los pocos que dan indicaciones claras acerca de un sistema de signo-total pueden tomarse como representativos de la practica habitual.
 

Casas de signo-completo en Valens, con dos excepciones

Aunque históricamente sea posterior a Ptolomeo, Valens representa la tradición temprana no influenciada por el Tetrabiblos. Dentro de la considerable cantidad de traducciones que hemos hecho hasta ahora de la Antología, hemos hallado un uso consistente de las casas de signo-total , aparentemente con dos excepciones que trataremos aquí. En el Libro III, capitulo 2, aborda una división de los cuadrantes mundanos en 3 partes iguales (luego llamado el sistema de Porphyrius). Sin embargo resulta claro a partir del contexto que su intención allí es determinar los lugares en los cuales los planetas pueden ser mas o menos activos. En ninguna forma indica que esté estableciendo una división tópica, o un sistema de casas en el sentido lato. De hecho aclara que no lo esta haciendo cuando aborda el segundo sector así construido, "y juzgar otro tercio de los grados como mediano, ni de mayor beneficio ni mas bajo considerando la post-ascensión del Horoskopos y la Diosa y el diámetro del Dios".
Ahora bien, la post-ascensión del Horoskopos es el segundo signo-total, en tanto la Diosa es el nombre tradicional para el tercer signo-total. En otras palabras, esta división tiene un nivel de actividad intermedia ya que los signos tradicionales segundo y tercero se superponen con ella. Obsérvese que el autor no reasigna el termino de "post-ascensión" al segundo intervalo ni el nombre de "Diosa" al tercer intervalo de su nueva división mundana.
Inclusive, Valens ofrece esta evaluación de los niveles de actividad como su aporte correctivo de una tradición que lo precedía, en la cual el primer tercio del cuadrante mundano era considerado como poderoso, y los restantes grados como débiles. Por lo cual puede haber sido Valens el primero de todos los que extendieron la evaluación de la actividad a 12 sectores en lugar de 8, en cuyo caso tal sistema no puede haberle precedido.
 

La segunda excepción aparente al empleo consistente de casas de signo completo por Valens' , ocurre en el Libro IX, capitulo 3, y es llamativo. Se trata del capitulo en el cual Valens introduce el conocido procedimiento de "hacer rotar la rueda" para derivar significados adicionales de las casas a partir de los básicos. Explícitamente el llama a este proceder "12-moviles" como hemos comentado antes, un método atribuido a Hermes, de modo que este pasaje aparentemente preserva la tradición temprana. Ahora, en su delineamiento detallado de este sistema el explícitamente menciona (y frecuentemente los implica por genero) los zoidia. Emplea también los nombres tópicos tradicionales tales como Buen Espíritu , Diosa, etc. Por lo cual, también este es un sistema de signo-completo. El problema surge en el párrafo siguiente, que aquí traduzco:
"Pero ante todo es necesario calcular los lugares hasta el grado. Y al menos siempre que se pueda establecer el grado del Horoskopos, es necesario contar a partir de este grado en adelante hasta completar los 30 grados del siguiente zoidion. Ese será el lugar concerniente a la vida. Luego en forma similar hasta completar otros 30 grados será el lugar concerniente a la subsistencia, y así siguiendo. Ya que a menudo dos lugares que caen juntos (o coinciden) en un zoidion son predictores de ambas naturalezas según sus distancias en grados. Y en forma similar, es necesario examinar al señor del zoidion, en que zoidion esta ubicado y a que clase de lugar queda referido (anclado) de acuerdo a su descripción canónica en grados. Ya que de esta manera [o quizás mediante la giratoria] puede juzgarse el procedimiento Y si alguien calculara pláticamente a un lugar por zoidion (lo que es raro), ellos ´[los nativos? los lugares?] encontraran apremios y ultrajes, o complicación de los asuntos. "
 

No confío mucho en esta traducción. Por ejemplo, no estoy seguro a que dos lugares se refiere en medio del párrafo. Podrían ser dos lugares en el estilo de las casas iguales desde el Ascendente, superpuestas por un zoidion, pero esto contradice su propio uso de signos-completos en las delineaciones inmediatamente precedentes; también podría tratarse de dos lugares derivados (es decir, los que coinciden perfectamente con un zoidion) lo cual seria consistente con el contexto pero nos deja en la incertidumbre acerca de las dos ultimas frases. Tampoco estoy seguro acerca del significado de la cláusula algorítmica "es necesario contar a partir de ese grado hasta completar 30 grados del siguiente zoidion". Pero le ahorro al lector los detalles.
En medio de esta confusión, y asumiendo que Valens si tiene en mente algún sistema de división zodiacal a partes iguales basado en el grado Ascendente, permítaseme hacer una especulación en base al uso que hace Valens de los lots (sectores), lo cual puede brindarnos una clave importante acerca de la relación entre las casas-signo y las divisiones iguales a partir del Ascendente. Resulta intrínseco a su tratamiento de los lots que estos puedan ser vistos como "Horoskopoi", o cuasi-ascendentes, es decir, que pueden devenir las casas primeras de sistemas de casas derivadas por signo-completo, siendo los significados de estos signos en sucesión, análogo a aquellos del mapa básico natal. La única diferencia real es que el sistema fundamental a signo-completo es visto como mas general, en tanto el sistema derivado se dirige a obtener mayor detalle. Sin embargo, ambos son conceptualizados de la misma manera.
Ahora bien, cada lot (sector) ocupa un grado en algún lugar del signo destinado a ser la casa primera de un sistema derivado, y la presencia del lot debe pensarse como algo que altera el signo en el cual cae, convirtiéndolo así en una casa primera apropiada para aquello que concierne al sector (el padre, por ejemplo). En forma similar, el signo en el cual cae el grado Ascendente se vuelve la casa primera de la organización general a signo-completo, así el grado Ascendente es un ‘kentron’, un eje , pivote o bisagra alrededor del cual el signo gira, y es este pivotaje el que altera el signo y lo hace apropiado para su rol como primer signo-completo, en tanto el punto Ascendente puede caer en el signo mismo. No podría ser que el primer grado de cada "casa" igual a partir del Ascendente, fuera considerado el "pivote" del signo total en que acontece, un tipo de punto alrededor del cual da vueltas y que constituye al signo entero en lugar segundo (o casa), por ejemplo, dándole así su característica propia? Por lo cual, los "12-móviles" seria una extensión de la idea de un pívot, antes restringido a los ángulos, ahora apto para todos los signos intermedios.
En conclusión, si esta interpretación posee algún merito, cada grado que dista 30 grados (o su múltiplo) a partir del Ascendente, seria visto como una "cúspide" (o punto dinámico) del signo completo en el cual se produce , aunque no una cúspide en uno de los extremos del signo. Sigue de esto que los intervalos entre estos grados no pueden ser vistos como casas. Tal sistema de casas iguales en el sentido moderno seria una interpretación equivocada del propósito original existente detrás de la división del zodiaco en sectores iguales a partir del Ascendente, propósito que habría sido establecer los puntos dinámicos dentro de los signos mismos. Es interesante notar que Maternus es el primer autor que conocemos quien explícitamente utiliza un sistema de casas iguales a partir del Ascendente (en Libro II, capitulo 19, si bien en otros lugares emplea casas-signo relativas al Ascendente, tal como en Libro III, capitulo 2). El vivió dos siglos después de Ptolomeo y Valens. Podría ser que el haya malinterpretado la tradición temprana? Al menos resulta interesante que el emplee el termino cuspis para el primer grado de cada una de estas casas, ya que la palabra cuspis significa punta, y cardo, que significa bisagra, son ambas buenas traducciones de la palabra griega kentron, la cual parece contener ambos significados latinos.
Antes de finalizar con Valens, hay un punto mas. Antes de su tratamiento de los "doce-móviles" menciona los "ocho-móviles", los cuales habrían sido usados aparentemente por Nechepso/Petosiris. La naturaleza de este sistema es aun algo misteriosa. Sin embargo, por el contexto podríamos decir que también es coincidente con algunas divisiones del zodiaco, mas bien que ser definido por una bisección de los cuadrantes mundanos. Intuitivamente yo destacaría que en los tiempos antiguos los signos no solo estaban divididos en tres mediante los decanos, sino también en dos mediante los "pasos". De este modo, así como cada casa-signo comprendía tres decanos, cada división octanaria puede haber coincidido con tres pasos del zoidia.
 

El sistema de casas iguales de Ptolomeo

Ptolomeo es considerado el autor de un sistema especial de división de las casas, que comienza cinco grados encima del ascendente, y hoy día es ampliamente aceptado que este era su sistema preferido. Sin embargo, se deben puntualizar aquí tres cosas. La primera, antes del Libro III, capitulo 11, la discusión acerca de la duración de la vida, no hay ninguna razón para creer que Ptolomeo considere el Horoskopos o el Mediocielo como algo distinto de casas-signo. El emplea todas las denominaciones tradicionales de pivote, post-ascensión y declinación. En el Libro III, capitulo 6, que trata sobre los gemelos, explícitamente llama zoidion al lugar de la madre e invoca el sector 10 en relación con esto, en la forma tradicional de un sistema de casas derivadas. El no presenta ningún sistema de casas en su primer libro, el cual versa sobre los elementos de la astrología. Asimismo, nunca declara que vaya a describir su sistema de casas en algún capitulo próximo, en cambio si lo hace en cuanto al Parte de la Fortuna y otros temas. No contamos con evidencia acerca de este especial sistema antes de Ptolomeo, y si el estuviera introduciendo una innovación, seria esperable que lo especificara.
El segundo punto es, que cuando el si presenta su sistema en el Libro III, capitulo 11, lo hace en el muy especifico contexto del calculo de la duración de la vida. El problema reside en determinar los "lugares de descarga", es decir, los lugares en los cuales el descargador (o hyleg como luego fue llamado) debe estar ubicado para calificar en dicha función. Lo consecuente es que los lugares por el listados son lugares en los cuales el planeta posee la mayor actividad, solo allí se hace valido como significador de la duración de la vida. De acuerdo con esto afirma "por lo cual se debe denegar tal autoridad a toda la región subterránea" Igualmente lo deniega a varios lugares (o casas), tales como la séptima, novena y onceava, que no tienen inmediata conexión tópica con la duración de la vida. Así parece que la división zodiacal por el descripta no tiene por objeto establecer casas per se.
Tercero, uno de los primeros comentaristas del Tetrabiblos, Pancharios (citado por Hephaistio) no pensaba que Ptolomeo tuviera en mente un sistema de división del zodiaco en casas iguales, sino mas bien un sistema de casas mundanas similares a las mencionadas arriba en la discusión acerca de Valens, constituyendo la única diferencia el hecho de acomodar los cinco grados por sobre el ascendente requeridos por Ptolomeo. Ya que Valens introdujo casi el mismo sistema con el claro propósito de hacer distinciones en la actividad planetaria y no en cuanto a los tópicos, podemos dar por entendido que esta es también la intención de Pancharios. Como lo he indicado en mis notas, con toda evidencia Pancharios tuvo a su disposición un texto diferente, el cual le permitió hacer esta interpretación (por inferencia, como el mismo indica).
Si alguien quisiera argumentar que Ptolomeo sí considero su división como un sistema de lugares de casas en todo sentido, la evidencia mas fuerte en su favor serian los pasajes del capitulo 11, en el cual el aparentemente designa estas nuevas divisiones mediante los nombres tradicionalmente empleados para designar casas-signo, tales como Mal Espíritu, Buena Fortuna, etc. Sin embargo, tal como yo he mencionado en mi comentario de dicha sección, hay al menos otras dos formas de hacer la lectura del pasaje en cuestión, sin asumir que Ptolomeo este transfiriendo nombres de casas a su propia división. Y en razón de la cantidad de variantes del manuscrito en puntos clave del texto, parecería que una cantidad de lectores y copistas hayan estado en duda acerca de este significado. Mas allá de esto yo diría que estos nombres de casas se hallan tan inconexos con la sintaxis básica de la frase, que podrían incluso haber sido interpolados por un editor mas tardío: están incluidos en el texto que cita Hephaistio y pueden haber estado presentes en el texto consultado por Pancharios, si bien esto no puede inferirse con certeza a partir de los escritos de Hephaistios.
Una indicación mas: Si hubiera sido la intención de Ptolomeo emplear un sistema de casas iguales con origen cinco grados por encima del Ascendente, el dejo en claro que no trataba de establecer las cúspides de casa de un sistema a signo-completo al modo de nuestra anterior especulación. En cambio, serian los intervalos lo que constituia el interés, lo cual resulta natural solo en el caso de querer establecer la fuerza del planeta. Y si el mas allá de esto, aplico los nombres de casa tradicionales a sus nuevas divisiones, esto podría significar que los dos prototipos diferentes pero por igual fundamentales de la división de casas, aparte de los signos (cuyos propósitos serian en un caso determinar la actividad planetaria y en el otro las cúspides de casas a signo completo) han sido fusionados en un solo sistema híbrido.
 

Divisiones Iguales y Mundanas en los últimos comentaristas

Paulus todavía emplea las casas-signo exclusivamente en sus delineamientos tópicos, no obstante su admiración por Ptolomeo, como si el no considerara el sistema de casas iguales de aquel, como tópico. De las notas de Hepaistio, resulta claro que la mayoría de sus contemporáneos, salvo Pancharios, consideraron el sistema de Ptolomeo como un sistema tópico de casas iguales a partir de cinco grados por sobre el Ascendente, lo cual constituye una interpretación común hoy día. Sin embargo, Hephaistios parece inclinarse por la interpretación de Pancharios basada en una trisección modificada de los cuadrantes mundanos, así como lo hace Porphyrio, y finalmente también Rhetorius (aunque este ultimo menciona los "12-móviles" de Hermes). No existe evidencia de que ninguno de los tres haya tenido como meta transformar dicha división dinámica en un sistema tópico. Maternus, como ya he mencionado, emplea un sistema de casas iguales en forma tópica a partir del Ascendente, si bien en otros lugares emplea lugares relativos al signo ascendente.
 

Conclusión

Si el anterior análisis es correcto podemos extraer algunas conclusiones. Primero, ya que aparentemente ningún astrólogo que haya escrito en griego empleo una división dinámica tópica, tendremos que buscar en la ulterior tradición medieval para ver cuando tuvo lugar la transferencia. Asimismo hemos de considerar tal traslado con gran precaución ya que muy probablemente se baso en una mala interpretación de la tradición anterior. Por supuesto, siempre es posible que se trate de una mala interpretación creativa que accidentalmente posee alguna verdad, pero al menos hemos de poner entre paréntesis el uso de las casas mundanas en forma tópica, hasta tanto pueda verificarse su congruencia de una manera experimental. Sin embargo, aun nos queda el problema de establecer una correcta división dinámica, si bien en esto los datos de Gauquelin nos pueden ser de ayuda.
En segundo termino, en algún lugar del decurso las cúspides mismas (que originalmente caían en algún lugar del signo y fueron empleadas para determinar los puntos-dinámicos de estos signos) pasaron a ser entendidas como los limites o extremidades de las casas, un malentendido que ya comenzó en el tiempo de los Griegos. Las cúspides en la división dinámica con toda evidencia sufrieron la misma transformación. SIn embargo, podríamos también especular que las cúspides mundanas, o cúspides de una división dinámica, podrían ser interpretadas como dotando al signo en el cual ocurren, de un carácter dinámico particular, diferente del tópico. Esto puede conectarse con la antigua doctrina de los lugares benéficos (o sitios de prosperacion como estamos ahora traduciendo), constituidos por los signos en los cuales cada planeta tenia suficiente actividad para conducir sus asuntos, o en los cuales ellos podían utilizarse en forma oracular dependiendo de como interpretemos el ambiguo termino chrematistikos. Aquí también hemos de mirar en la posterior tradición medieval para ver como este segundo malentendido vino a pasar por bueno.
Una metáfora serviría par unir estas diversas especulaciones. Podemos imaginar que la cúspide dentro del signo dota al signo de una cierta "curvatura" que lo califica para ser el segundo, tercero, etc., entre las casas-signo. Las diferentes posiciones posibles de la cúspide dentro del signo no cambian el tipo fundamental de curvatura otorgada al signo, solo lo modifican dentro del tipo, así como existen diferentes hipérbolas individuales, que poseen cada una su propia curvatura, pero todas poseen los signos definitorios característicos de la hipérbola. La presencia de una cúspide dinámica en un signo lo modifica de una manera diferente, le dota de un énfasis, por ejemplo lo magnifica o lo reduce. Estas cúspides tópicas y dinámicas unidas, determinan en forma absoluta la "curvatura" y el "tamaño" de un determinado signo.
Invitamos a los astrólogos actuales a intentar distinguir estos dos aspectos de la división de casas, en sus lecturas de mapas astrales.



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