martes, 20 de octubre de 2015

Tránsitos. Por Silvia Ceres.









TRANSITOS

 

En setiembre de 2015, Saturno reingresó de manera definitiva al signo de Sagitario, mientras que el mes anterior, Júpiter inició su tránsito por Virgo.
Como suele suceder en los ingresos planetarios, los foros y blogs personales editaron numeroso artículos al respecto, especificando las características de qué y cómo será el desafío del período. Aparecen miradas valiosas sobre el tema, y otras que reiteran lo ya conocido y leído en otras oportunidades.
Material sin duda útil para empezar a pensar las cualidades de la época, pero peligroso cuando se convierte no en un inicio sino en la culminación del proceso reflexivo. Y más aún cuando se traslada mecánicamente lo general (mundana) a lo particular (individual).
Me refiero concretamente a que por pereza intelectual o por el natural apuro de un periodo marcado por las urgencias de darnos una respuesta, sin realizar la pregunta pertinente, se cierre las posibilidades de evaluar el sesgo personal que cada tránsito propone.
¿Y cuál sería la pregunta pertinente en este caso? La pregunta es ¿a quién le acontece qué cosa? Si olvidamos al sujeto, nos convertimos en cómplices de una astrología adocenada, masiva, que poco favor le hace a nuestra disciplina.
Si la astrología quedó fuera del campo de las ciencias -organizadas sobre el modelo físico/matemático-, fue justamente por su carácter individual, que obliga a pensar cada caso en particular, en el contexto de una carta propia.
Cualquier planeta evaluado no es una abstracción llamada Júpiter o Saturno, sino el recorte que de dicha energía posee cada persona. Para ir a lo concreto: la modalidad y el elemento en que se ubica en cada rádix, es la definición que cada uno de nosotros posee de la energía del planeta. Y esta vivencia es la que se “arrastra” en el tránsito.
Retornando al ingreso de Saturno en Sagitario (signo Mutable y de Fuego), será vivido de manera diferente de acuerdo al emplazamiento natal. Así para quien posee Saturno rádix en Tierra, puede sentir un incremento de optimismo en su necesidad de hacer; para uno en Aire, el entusiasmo se ligará al mundo mental; para quien lo posea en Agua, aumentará la necesidad de expresar sus vivencias internas.
Pero a la vez, si de origen se posee el planeta en otra modalidad, probablemente la vacilación un signo Mutable será vivida de manera diferente. Al Cardinal le molestará ese invitación a evaluar antes de pasar al acto, mientras que al Fijo le generará incertidumbre e inseguridad por carecer de firmeza el suelo que pisa.
Aún entre los profesionales suelen acontecer conversaciones al estilo de: “Tal planeta realizará conjunción a mi Ascendente o a la Luna”, dando por sentado que nos referimos a un universal y no a un particular.
Una anécdota personal para redondear el tema de la importancia de a quién le sucede el tránsito. Años atrás un colega con el cual compartíamos el mismo Ascendente -con una pequeña diferencia de grados- comentó que con la presencia de Saturno conjunto a su Ascendente dormía mucho menos. Me sorprendió, en tanto que a mi me pasaba lo contrario: dormía más de la habitual.
La contradicción se esclareció cuando aclaramos las horas dedicadas al sueño: 9 era el promedio de él -con Saturno natal en Agua- y 5 era el mío -con Saturno natal en Tierra-.
Resumiendo: el bueno de Saturno transitando el Ascendente le avisaba al colega que era un adulto y no era conveniente dormir como un niño y a mí que era necesario cuidar un poco más la energía.
Esta breve conversación me resultó más que útil para no caer en las generalizaciones que tanto nos hacen perder el rumbo. Saturno ni duerme ni despierta a nadie, sólo nos recuerda cuáles son nuestros límites reales.
Si los tránsitos de planetas suficientemente conocidos como los llamados cronocatores (Júpiter y Saturno) se definen con tamañas inexactitudes expresivas, ni mencionemos las barbaridades a las que se hacen acreedores los tránsitos personales de los transaturninos. Pero a pesar de los errores conceptuales, la astrología sigue demostrando una vitalidad maravillosa y esto es realmente maravilloso.

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